Los astronautas del transbordador estadounidense Endeavour instalaron este jueves en la superficie de la Estación Espacial Internacional (EEI) un gigantesco imán detector de antimateria y materia oscura cósmica invisible al ojo humano.
“El Espectrómetro Magnético Alfa ya ha comenzado a recabar información“, informó la NASA en un comunicado, según las agencias rusas.
El espectrómetro (AMS, por sus siglas en inglés), que pesa siete toneladas y dispone de 650 microprocesadores, es fruto de un proyecto internacional dirigido por el científico Samuel Ting, premio Nobel de Física en 1976.
El espectrómetro también aportará información muy valiosa acerca de las dosis de radiación a las que se expondrían las tripulaciones de futuros viajes interplanetarios.
El AMS ha costado unos 2 mil millones de dólares y está diseñado para captar partículas procedentes del espacio que no pueden estudiarse desde la superficie terrestre porque son absorbidas por la atmósfera.