El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente estadounidense, Barack Obama, han hecho frente común y han reclamado nuevamente al líder libio, Muamar Gadafi, que renuncie al poder, al tiempo que han descartado el despliegue de tropas terrestres.
“Es imposible imaginarse un futuro para Libia con Gadafi todavía en el poder, debe marcharse”, ha aseverado Cameron en la rueda de prensa conjunta al término de su encuentro con Obama.
Por su parte, el presidente estadounidense ha asegurado que se mantendrá la presión sobre el régimen libio, para que ponga fin a la represión contra la población civil. “Estoy absolutamente de acuerdo en que dados los progresos que se han hecho en las últimas semanas, Gadafi y su régimen tienen que entender que no habrá ninguna pausa en la presión que estamos aplicando”, ha afirmado.