Regresa “El Cavernicola, con amor… desde la edad de piedra” con Gonzalo Torres

A pedido del público, especialmente de sus congéneres masculinos, Regresa Gonzalo Torres con “El Cavernícola”.

En épocas como esta, la raza humana se ha visto tocada por sentimientos modernos y opuestos en donde los géneros que gobiernan el planeta, son el centro de atención. Es por ello que una persona se ve en la delicada misión de darnos esa visión que nos ayuda a entender la rivalidad entre el hombre y la mujer. El dilema que absolutamente todos han vivido o están por vivir, la disyuntiva entre conocer los hábitos más recónditos de tu pareja y el “no me cambies de canal, estoy viendo el fútbol (y en muchos casos, mi novela)”

“El Cavernícola” que interpreta Gonzalo Torres regresa con fuerza y corazón. En esta ocasión se presenta con sorprendente profundidad, y es que a través de su infalible humor invita a una sentida reflexión. Para todo aquel que haya tenido una historia amorosa, le resultará imposible no identificarse con lo visto sobre las tablas, y para las parejas allí presentes las risillas nerviosas y culpables están aseguradas.

Creación del brillante comediante y escritor Rob Becker, y adaptado para los escenarios peruanos por el afamado Juan Carlos Fisher, este simpático monologo se corona como preferido del público. Prueba de ello es el anuncio de su tercera reposición que promete ser (una vez más) un rotundo éxito.

Arranca este sábado 30 de Abril hasta el 21 de Mayo en el Satchmo de Miraflores, donde el “El Cavernícola” se propone la firme y renovada tarea de señalar con dedo acucioso la forma en que la brecha de géneros hace a hombres y mujeres, pelear, vivir, reconciliarse y amar.

Sin duda una oportunidad de oro para disfrutar de una obra de lujo que llega como una hilarante terapia encubierta, que ayuda a zanjar muchas diferencia a las que una pareja se ve enfrentada y que demuestra en forma provocativa e ingeniosa como, desde la época de las cavernas, podemos haber avanzado mucho en algunos aspectos, mientras que otros aun somos seres que gruñen, con garrote en mano.