Tokio, abr. 14 . Por primera vez desde el terremoto y tsunami del pasado 11 de marzo, que han dejado más de 13 mil muertos, la policía japonesa comenzó hoy la búsqueda de víctimas en un radio de 10 kilómetros alrededor de la central nuclear de Fukushima.
La búsqueda de víctimas inició pese a los temores de radiactividad y las constantes réplicas que azotan el país, los cuales suman más de mil desde que ocurrió el terremoto y el posterior tsunami, que han dejado 13 mil 498 muertos y 14 mil 734 desaparecidos, según la policía.
Según el Instituto Geológico de Estados Unidos, hasta este jueves se han registrado al menos mil uno temblores de magnitud superior a 4.5 en la escala de Richter, entre ellos dos de 6.1 y 6.5 en la costa oriental de Honsu, la prinicipal isla del archipiélago japonés.
Este jueves, unos 330 policías, vestidos con uniformes y máscaras protectoras, comenzaron la búsqueda de víctimas en la zona más cercana a la planta nuclear, precisó uno vocero de la prefectura de Fukushima, citado por la agencia japonesa de noticias Kyodo.
“Resulta difícil estimar la cantidad de personas desaparecidas en la región. Debemos encontrarlas lo más rápido posible”. “Si los cuerpos emiten una tasa demasiado elevada de radiactividad, tendremos que lavarlos antes de llevarlos a la morgue”, explicó el portavoz.
Tanto el terremoto como el tsunami dañaron la central de Fukushima, en el noreste de Japón, lo que obligó a las autoridades a evacuar a la población residente en un perímetro de 20 kilómetros alrededor del sitio debido a las emisiones radiactivas.
El pasado 3 de abril, la policía realizó la primera operación de búsqueda de cadáveres en un área de entre 10 y 20 kilómetros en torno a la central nuclear.
Según el diario japonés “Yomiuri”, unas mil personas siguen desaparecidas dentro de la zona de 10 kilómetros alrededor de la planta.
Se trata de la primera operación de búsqueda a gran escala en las inmediaciones de Fukushima debido a que los elevados niveles de radiactividad habían impedido hasta ahora la recuperación de cadáveres en el perímetro de la central.
En el recinto de la central, sumergida el 11 de marzo por una ola de 14 metros de alto, que daño el sistema eléctrico y los circuitos de enfriamiento, los trabajadores de Tokyo Electric Power (TEPCO) siguen bombeando el agua radiactiva infiltrada en las instalaciones.
“Hasta el momento hemos retirado unas 700 toneladas de agua de la galería del reactor 2”, declaró Takeo Iwamoto, un portavoz de TEPCO.
“La evacuación del agua en el interior y el exterior de las instalaciones durará semanas”, destacó Iwamoto.
Los técnicos calculan que unas 60 mil toneladas de agua radiactiva inundaron los subterráneos, canalizaciones y salas de máquinas de tres de los seis reactores de la central, dificultando el trabajo de los obreros.
Ante el temor a que se produzcan nuevos sismos y tsunamis, la compañía Tokyo Electronic Power colocará generadores diesel de emergencia en zonas elevadas a unos 30 metros sobre el nivel del mar para que éstos no puedan ser alcanzados por las olas.
Los generadores podrán ser activados inmediatamente por los trabajadores cuando se emita una alerta de tsunami para evitar que se detengan las labores de refrigeración de los reactores y fugas de combustible radiactivo.
En tanto, el líder del principal partido de la oposición de Japón, el Liberal Democrático (PLD), pidió este jueves al primer ministro Naoto Kan dimitir por su gestión de la catástrofe y de la posterior crisis nuclear.