Viernes, 19 de Abril del 2024
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“Los Le Pen y los Fujimori”

Publicado el 19/04/11

LIMA – Jean Marie Le Pen ha sido el líder más importante y popular que haya tenido la extrema derecha francesa (y también europea) entorno a la misma época en que Alberto Fujimori gobernó al Perú.

Su movimiento, al igual que el fujimorismo, se asienta en sectores populares y pobres. Mientras la fuerza de Le Pen se basa en el resentimiento hacia los inmigrantes (muchos de ellos musulmanes a quienes él acusa de anidar terroristas), la del fujimorismo se basa en los triunfos que éste tuvo en la “guerra antiterrorista”.

Tras haber competido en 5 presidenciales, Le Pen dejó la jefatura de su “Frente Nacional” a su hija Marine. Fujimori, tras haber ganado 3 presidenciales, perdido en sus intentos de ser el primer ex mandatario americano en postular al Congreso japonés y haber sido extraditado a Lima donde cumple condena, le ha dejado la cabeza de su movimiento a sus descendientes. Su hija Keiko le representa a él en la segunda vuelta presidencial del 5 de junio y su hijo Kenji fue el congresista capitalino más votado.

Mientras los Le Pen son xenófobos, los Fujimori tienen nombres y apellidos completos en japonés y la apresada cabeza de la dinastía tiene ciudadanía nipona. Si los Le Pen fomentan el retorno a la pureza nacional francesa, los Fujimori reivindican la pasada década peruana del noventa abierta a las grandes inversiones extranjeras.

Los Le Pen nunca lograron desbloquear el cerco que el resto de los partidos de derecha, centro e izquierda del sistema francés les impusieron contra ellos, acusados de tener un tufo racista y fascista. En el 2002 Le Pen padre llegó a la segunda vuelta, pero compitiendo con Chirac (centroderecha), quien recibió los votos del resto del espectro y condujo al aislamiento y posterior minimización de su movimiento.

Si él hubiese competido con los socialistas (y mejor aún con un comunista) sus chances de haber logrado captar el voto del centro se hubieran ampliado.

Keiko tiene la ventaja de que no ha entrado en el balotaje compitiendo con un liberal como PPK, Toledo o Castañeda, sino con la izquierda nacionalista.

Esto le permite a ella buscar apelar al centro y a la derecha “moderada” con una estrategia similar a la que tuvo Alan García en el 2006 planteando la unión del resto del espectro político contra el “peligro chavista” de Humala. El problema que ella tiene es que el nacionalista ha aprendido la lección pasada, se ha distanciado de Caracas y concita en muchos sectores del centro y la derecha menos resistencia que ella, quien en su mitin de cierre de campaña (dado en el 19 aniversario del autogolpe de abril de 1992) siguió reivindicando dicha herencia.

Ella debe escoger entre evolucionar hacia el centro o en la de mantenerse en su discurso fujimorista duro preparándose para el 2016 buscando ampliar su base militante. Esto último sería algo que quisiera Humala para querer proyectarse como una versión chola de Chirac.



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