Japón detuvo una fuga de agua altamente radiactiva al mar desde una dañada central nuclear, aunque reconoció que podría haber ofrecido mayor información a sus vecinos sobre la contaminación en el océano.
Pese al avance en contener la filtración en la planta Fukushima Daiichi, ingenieros necesitan verter 11,5 millones de litros (11.500 toneladas) de agua contaminada al océano por la falta de espacio de almacenaje en la instalación.
El agua marina fue usada para enfriar barras de combustible sobrecalentadas.
Expertos nucleares dijeron que los reactores dañados aún están lejos de estar bajo control casi un mes después de que fueron golpeados por un terremoto y un tsunami el 11 de marzo.