El gobierno buscará construir 20 centrales hidroeléctricas en la selva norte del país en los próximos 40 años.
García lo considera una “revolución energética profunda”, pues el proyecto pretende usar las aguas del río Marañón, que recorre las regiones peruanas de Amazonas y Loreto hasta convertirse en afluente del río Amazonas, para generar 12.400 megavatios de energía eléctrica.
La firma del decreto se realizó durante una reunión en el Palacio de Gobierno para analizar el proyecto, y en la que participaron ministros, miembros de Proinversión (organismo estatal encargado de las adjudicaciones a empresas privadas) y representantes del sector empresarial.
García afirma que la venta de energía generada sería más de 6.000 millones de dólares anuales, lo que garantiza rentabilidad para los posibles inversionistas.