La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón informó este miércoles que el nivel de yodo radiactivo en las aguas del mar cercano a la central nuclear de Fukushima, en el noreste del país, supera en tres mil 335 veces el limite de seguridad legal.
La cifra supone la concentración más alta hasta al momento a causa del accidente nuclear en la planta, cuyos reactores resultaron afectados por el sismo de magnitud 9,0 en la escala de Richter y posterior tsunami que el pasado 11 de marzo devastaron el noreste de Japón.
Muestras tomadas el pasado martes a unos 330 metros al sur de una salida de agua próxima a los reactores 1 a 4 de la central nuclear de Fukushima revelaron un fuerte incremento del isótopo 131 del yodo respecto al fin de semana, cuando llegaron a ser mil 850 veces superiores a lo normal.
Entretanto, a unos 50 metros al norte de la central, cerca de los reactores 5 y 6, el nivel de yodo radiactivo detectado el pasado martes era mil 262 veces superior los estándares legales, con lo cual también se registraron los niveles más altos hasta ese momento.
El secretario jefe del gabinete japonés, Yukio Edano, dijo a la prensa que el gobierno estudia aplicar nuevas medidas para evitar una mayor propagación de material radiactivo.
Añadió que las autoridades del país y expertos analizan “todas las posibilidades” para controlar la crisis en la planta.
Edano precisó que entre las opciones figuran medidas divulgadas por medios de prensa.
Pese a los alarmantes niveles de radiactividad, la Agencia japonesa desestimó que la situación represente peligro para la vida marina en la zona, bajo el argumento de que el isótopo 131 del yodo se degrada a la mitad en ocho días.
El organismo, sin embargo, recordó además que no está permitido pescar en las aguas cercanas a la central de Fukushima.
El sismo y posterior tsunami del pasado 11 de marzo causaron enormes daños a la central nuclear, principalmente en sus sistemas eléctrico y de enfriamiento, situación agravada por las fugas de material radiactivo.
Desde entonces se trabaja en tratar de controlar el sobrecalentamiento de los reactores con vista a evitar una tragedia mayor.
Los mencionados escapes obligaron a evacuar a los residentes en un radio de 20 kilómetros, mientras varios países y regiones suspendieron las importaciones de alimentos al temer que estén contaminados como extensión de la peor crisis nuclear en la historia de Japón.
Mientras, la cifra de muertes a consecuencia del potente sismo y el devastador tsunami continúan aumentando, al situarse en 11 mil 232 el número de víctimas mortales y en 16 mil 361 los desaparecidos en el más reciente balance ofrecido por la Policía nipona, publicado este miércoles.