Después de varios años luchando en los juzgados acusado de violencia doméstica contra su ex pareja y madre de su quinta hija, Oksana Grigorieva, el actor no irá a la cárcel, quedará en libertad condicional no supervisada y tendrá que atender a un curso de orientación psicológica para controlar su ira.
No solo eso. Para saldar sus cuentas con la justicia, el protagonista de Braveheart tendrá que abonar además una multa de 420 euros y realizar un total de 16 horas de servicios comunitarios dentro de la organización ‘Mending Kids’ cuyo cometido es garantizar la salud de los niños.
Mel Gibson ha llegado a un acuerdo para, en palabras del miembro de la acusación Simone Shay, “minimizar el trauma y el impacto de cualquier procedimiento para la víctima y sus testigos”, según ha recogido la revista Hola.
Por su parte, la abogada defensora del actor, Blair Berk, ha afirmado que el intérprete está de acuerdo con el pacto porque considera que es lo mejor para su hija, Lucia Anne, nacida el 30 de octubre de 2009.