El Dalai Lama anunció el jueves que planea renunciar como líder político del Tíbet, una medida que podría transformar al Gobierno en el exilio en una organización más enérgica y democrática frente a la presión china.
Al delegar sus poderes, el Dalai Lama, de 75 años, daría un mayor poder al primer ministro del Tíbet, una región que busca la autonomía de China.
Los tibetanos votarán por un nuevo primer ministro este mes, en unas elecciones que se prevé que darán paso a una generación de líderes más jóvenes y seculares y fortalecerán la posición mundial del movimiento.