Científicos del Instituto para Biomagnetismo y Análisis de Señales Biológicas de la Universidad de Munster, en Alemania, han comprobado que escuchar música regularmente a un volumen muy alto puede ocasionar daños en el cerebro.
En dicha investigación, dirigida por el psicólogo Henning Teismann, en los cuales había un grupo que durante años habían escuchado música a un volumen muy elevado, observaron que estos adultos tenían afectada su sistema nervioso en esta región cerebral, ya que presentaban dificultades para filtrar ciertos sonidos cuando había un ruido de fondo y se les intentaba distraer.
Este hallazgo se une a otros estudios que se han venido realizando para comprobar los efectos para la salud de la música alta. Así, una investigacuión de la Universidad de Friburgo del año 2009 detectó que la música escuchada por auriculares a partir de 85 decibelios puede provocar severos daños en el sistema auditivo.