Con la intención de llevar más público a las salas, y convertirla en una película que pueda ver toda la familia, los distribuidores de la cinta en Estados Unidos decidieron cortar algunas escenas del montaje alumbrado originalmente por Tom Hooper.
Concretamente, de El Discurso del Rey, una cinta que carece totalmente de cualquier atisbo de violencia o sexo, se eliminaron en las salas estadounidenses las palabrotas e insultos. Al eliminar las palabras malsonantes la distribuidora en Estados Unidos, The Weinstein Co., logró que la cinta pasara de una calificación R -que supone que los menores de 17 años deben ir acompañados obligatoriamente- a una PG-13, no recomendada para menores de 13 años.
para Colin Firth eliminar estas escenas cercena el espíritu de la película ya que en ella estas palabras malsonantes “tienen un sentido”. “No es que me guste ese tipo de lenguaje. Pero en el contexto de la película no podría ser más apropiado. No resulta vicioso o insultante”, afirma el actor en declaraciones a The Hollywood Reporter.
“No lo comparto. Creo que la película tiene que permanecer íntegra tal y como está”, sentencia Firth que también apunta a que cuando lleva sus hijos a eventos públicos, como un partido de fútbol, escuchan cosas mucho más fuertes pero no por eso va a negarles “la experiencia de un espectáculo en directo”.