Fue elegida por quinta vez consecutiva en una lista elaborada por Economist Intelligence Unit. Melbourne, Australia, quedó en el segundo puesto.
La ciudad de la costa oeste canadiense, sede de los Juegos Olímpicos de invierno 2010, consiguió un 98% en una combinación de factores como estabilidad, cuidado sanitario, cultura y medio ambiente, educación e infraestructuras.
“Las ciudades medianas de los países desarrollados con densidades de población relativamente bajas tienden a obtener buenos resultados al ofertar todos los beneficios culturales y de infraestructuras, con menos problemas relacionados con el crimen o la congestión”, explicó Jon Copestake, responsable de la investigación.
El segundo lugar de la lista lo consiguió Melbourne (Australia) que se impuso a Viena (Austria). Aunque Melbourne se impuso a la capital austríaca por la medalla de plata, no hubo ningún otro cambio importante en los primeros puestos de la lista de 140 ciudades mundiales, en la que Auckland, en Nueva Zelanda, ocupa el décimo lugar.
Pittsburgh, en el puesto 29, era la primera ciudad estadounidense de la lista, justo delante de Honolulú, mientras que Los Ángeles subió tres puestos hasta el 44 y Nueva York se mantuvo en el 56. Londres subió un lugar hasta el 53 y París se situó en el 16.
La primera ciudad asiática de la lista es Osaka, en el puesto 12, empatando con Ginebra, en Suiza, Hong Kong ocupa el puesto 31 y Beijing en el 72.
La peor ciudad para vivir es Harare, la capital de Zimbabue, y le sigue Dacca, en Bangladesh.