Las predicciones se cumplieron y Natalie Portman fue la ganadora del Oscar a la mejor actriz por su rol en “El Cisne Negro“.
“Estoy muy agradecida de tener el trabajo que tengo”, dijo entre lágrimas.
Además, durante su discurso, agradeció a sus padres, a su agente de 18 años, sus amigos y a todos quienes la han empleado a lo largo de su carrera, que comenzó cuando tenía sólo 11 años de edad.