La esposa del presidente de la Cámara de los Comunes posó para una revista cubierta sólo por una sábana. «No me había dado cuenta de lo sexy que es vivir bajo el Big Ben», dijo.
Al parecer, la vida en las proximidades de la célebre torre del reloj ha inspirado a la pareja al punto de renovar la pasión. «La vista desde el Parlamento, dice Sally Bercow, es increíblemente sexy, especialmente de noche con la luna y la luz de la viejas lámparas de gas».
Estas imágenes -algo brumosas seguramente por tratarse de Londres- le han hecho ver a su esposo con otros ojos. La señora Bercow asegura que el nuevo cargo de su marido le ha granjeado mucho éxito entre las mujeres. «Los políticos como categoría no son particularmente sexies -explicó Sally- pero pueden serlo porque el poder es un afrodisíaco; desde que John (foto) es presidente, la cantidad de mujeres que gustan de él ha crecido impresionantemente».
La dama dice no ser celosa. Ella asegura ser también un éxito entre los hombres. «Me resulta gracioso que me llamen la Carla Bruni de la política británica», afirmó risueña.
En la Cámara, entre tanto, son varios los colegas de su esposo que están furiosos porque consideran que las declaraciones de Sally desprestigian a la oficina del vocero.