Dejaron su huella y pasearon su belleza por los Brit Awards, que se entregaron anoche, aunque sólo una se quedó con un premio.
En los casos de Cheryl Cole y de Avril Lavigne, el rol fue de presentadora. La primera le entregó a Rihanna, la bomba de Barbados que lució un cabello rojo intenso, el premio a la mejor artista internacional. Y la princesita del punk pop hizo lo mismo con el galardón a Justin Bieber.