Mientras las Fuerzas Armadas de Egipto en el poder prometieron una transición pacífica hacia un gobierno civil electo y el respeto de todos los tratados internacionales, las autoridades prohibieron la salida del país de un ex premier del renunciante presidente Hosni Mubarak y de un ministro en ejercicio.
El fiscal general de Egipto, Abdelmeguid Mahmud, prohibió al ex primer ministro Ahmed Nazif y al actual titular de Información, Anás al Fiqi, abandonar el país, ante “las denuncias presentadas contra ellos y contra algunos responsables actuales y antiguos”.
Mientras ello sucedía, miles de personas seguían celebrando en las calles su victoria sobre el régimen de Mubarak, que dimitió el viernes bajo la presión del pueblo.
El poder quedó en manos del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y personificado por su máximo responsable, el ministro de Defensa, Mohamed Husein Tantaui (75).
El Consejo prometió una “transición pacífica del poder” que “prepare la vía para que una autoridad civil electa construya un Estado democrático”.
Afirmó asimismo que Egipto respetará todos sus tratados regionales e internacionales, confirmando así que el acuerdo de paz de 1979 con Israel permanece intacto. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, celebró esa noticia.