Inglaterra supo aprovechar los errores en defensa de Dinamarca para llevarse el triunfo del Parken de Copenhague con goles de Bent y de Young, pero estuvo lejos de firmar una actuación convincente.
El equipo de Capello volvió a mostrar de nuevo una imagen pobre y sólo su mayor oficio le permitió derrotar a un rival que fue mejor en la primera parte y que mereció mejor suerte.
Inglaterra estuvo a punto de marcar en los primeros minutos, en una mala entrega de Kvist que ni Bent ni Rooney supieron aprovechar: al primero lo aguantó bien el portero Soerensen, y el posterior remate de Rooney lo sacó bajo palos Simon Poulsen.
Quedaban aún veinte minutos para el final, pero Dinamarca ya ni supo ni pudo, mientras que Inglaterra se dedicó a dejar pasar los minutos para asegurar un resultado que vale un triunfo pero no despeja las dudas sobre su verdadero potencial.