Julian Assange reapareció en los medios con una entrevista a los diarios suizos la Tribune y 24Heures. Interrogado sobre el hecho de que las múltiples presiones que sufre podrían terminar con sus actividades, Assange explicó: “Desde un punto de vista personal, no. Yo diría, incluso, que las presiones fortalecen mi determinación. Pero de un punto de vista financiero, es otra cosa”.
“Perdemos más de 600 mil francos suizos (620 mil dólares) por semana desde que se inició la difusión de los cables diplomáticos. Para continuar nuestras actividades será necesario de una manera u otra recuperar este dinero”, agregó.
Estados Unidos protestó duramente contra las publicaciones que ponían al descubierno valoraciones internas de diplomáticos norteamericanos en todo el mundo. Varias empresas estadounidenses suspendieron sus negocios con Wikileaks, lo que desató una ola de protestas por parte de sus seguidores en Internet.
Assange constató que el acuerdo con una editorial británica para vender su autobiografía le aportará en unos años 1,100 millones de libras si el libro tiene éxito, y se mostró decidido a continuar como hasta ahora su proyecto Wikileaks.
El australiano es acusado en Suecia de violación y acoso sexual. El 7 de diciembre se entregó la policía londinense y salió bajo fianza poco después.
Assange vive actualmente en una propiedad de un amigo en el sureste de Inglaterra. Está obligado a llevar un dispositivo de localización electrónica y a presentarse diariamente en una comisaria de la policía local.