Lima, ene. 11 (ANDINA). Este manojo de diez canciones se llama Horas de Amor y es parte del repertorio criollo de todos los tiempos. Moran aquí las melodías más famosas de Felipe Pinglo Alva (1899-1936), el hombre que le puso apellido a la música criolla.
He aquí el vals “La oración del labriego”, donde el bardo pedía al Todopoderoso “multipliques los frutos que cosechar podré”; o el nostálgico “De vuelta al barrio” donde Pinglo “a los nuevos bohemios entrego mi pendón”; el controversial y bello “Sueños de opio” donde “sobre regios almohadones recostada, incitante me sonríe bella hurí”.
En “Celos”, el “Felipe de los pobres” tiene celos hasta de la “brisa mañanera que besa y besa lo que besar no puedo”.
Se sublima en “El huerto de mi amada”, también va una canción más coqueta, con nombre de mujer, “Haydée”, el epónimo vals “Horas de amor”; el fox trop como para este calor, “Llegó el invierno”. Si de figuras modernistas se trata, escuchar “Tu nombre y el mío”. Y no podía faltar ese vals elevado a himno, “El Plebeyo”.
Pero Horas de Amor –álbum que llega gracias al auspicio de la PUCP– es, a la vez, otra cosa. La versátil cantante Victoria Villalobos, acompañada en la guitarra y arreglos de Coco Vega, el bajo de Enderson Herencia y la percusión de Marco Oliveros, da una mirada remozada a las composiciones emblemáticas de “el bardo inmortal”.
“Aquí están las canciones de amor de Pinglo, pero también los temas sociales, que no se escuchan comúnmente. Creo que lo más importante es que detrás de este álbum hay un trabajo de investigación, lo que nos ha permitido rescatar las melodías fidedignas y hemos incluido las estrofas completas de cada canción”, explica Villalobos.
Para dar con las canciones, tal y cual las conceptualizó su creador, la cantante consultó a varias personas, entre ellas a Chalena Vásquez, quien tenía avanzada una investigación sobre el cancionero de Pinglo.
“El problema es que la tradición oral, lamentablemente, ha ido cambiando las canciones y los intérpretes, muchas veces, no se molestan en estudiarlas, sólo las cantan”, recuerda Victoria. Se ha dado, por ejemplo, con las partituras que transcribió un pianista contemporáneo con Pinglo y basadas en ellas trabajaron Horas de Amor.
Explica que la idea de grabar el álbum nació el año pasado, cuando presentó un concierto dedicado a Pinglo en la Universidad Católica y emocionó al respetable.
Ahora volverá a ofrecer una serie de conciertos en los auditorios del Centro Cultural Británico. Dice que le motiva haber encontrado, por todos los lados de la gran Lima, un público muy pendiente de escuchar este repertorio selecto de Pinglo y muy conocedores.
Proyectos
Para este año, Victoria Villalobos espera grabar otro álbum con las canciones de su padre, de Carlos Hayre, Acosta Ojeda y Mario Cavagnaro.
En diciembre, la intérprete realizó en Quito y Guayaquil presentaciones con el emblemático grupo ecuatoriano Pueblo Nuevo. Con ellos, hay los planes para realizar una gira por Colombia y Venezuela.