Brasil (Reuters) – Helicópteros del Ejército brasileño aceleraron el lunes las tareas de rescate y abastecimiento en áreas golpeadas por los deslaves e inundaciones que dejaron al menos 655 muertos y contactaron a personas que habían estado aisladas por varios días.
Un helicóptero rescató a cinco personas en la mañana, dijo la Fuerza Aérea en un comunicado, debido a que las mejores condiciones climáticas permitieron a las aeronaves recorrer con más facilidad las zonas más afectadas, emplazadas a alrededor de 100 kilómetros al norte de Río de Janeiro.
Se cree que cientos de personas aún están en áreas con riesgo de nuevos deslizamientos de tierra, algunas de las cuales se encuentran aisladas debido a caminos y puentes cortados, mientras que otros se niegan a salir por miedo a que sus casas sean saqueadas.
El Ejército está operando cuatro helicópteros desde una base improvisada en la cancha de entrenamiento de la selección de fútbol de Brasil en Teresópolis.
Fuertes lluvias provocaron la semana pasada uno de los peores desastres naturales en la historia de Brasil, cuando una avalancha de lodo, agua y rocas arrasaron con poblados y aldeas en la pintoresca región.
Los residentes más pobres, que vivían en casas precarias, sufrieron la peor parte de la tragedia. La cifra de fallecidos ha subido de forma constante en la medida en que los socorristas han desenterrado más cuerpos desde el lodo y los escombros.