El mayor desastre natural de la historia de Brasil cumple hoy una semana, con un saldo parcial de 680 muertos y al menos 15,000 damnificados por las intensas lluvias, que arrasaron la región serrana de Río de Janeiro.
Según las últimas cifras oficiales, en siete ciudades de la rica provincia brasileña de Río de Janeiro, se han registrado víctimas mortales: Teresópolis, Petrópolis, Nova Friburgo, Sao José do Vale do Rio Preto y Bom Jardim.
Por otro lado, muchos padres y madres de niños desaparecidos durante las lluvias temen que sus hijos sean entregados de forma ilegal a otras familias, pues corren rumores de que algunos niños están siendo retirados de los refugios en forma clandestina.
Para acelerar los trabajos de búsqueda y rescate, la región recibió el apoyo de 700 efectivos militares de Sao Paulo, Minas Gerais y Río Grande del Sur, especializados en la construcción de puentes móviles, imprescindibles para poder llevar ayuda a los sobrevivientes.
Para cobijar a los damnificados, se utilizarán carpas similares a las usadas tras el tsunami ocurrido en Indonesia, que fueron donadas por una Organización No Gubernamental en sociedad con el Rotary Internacional.