Domingo, 24 de Noviembre del 2024
La capital del estado de Queensland se encuentra totalmente anegada tras el desbordamiento del río que da nombre a la ciudad, en la que 12.000 viviendas están completamente inundadas y 118.000 edificios no tienen electricidad.
“Todo lo que podía ver eran sus techos. Debajo de cada uno de ellos hay una familia, debajo de cada uno de ellos hay una historia de horror”, dijo a la prensa la gobernadora de Queensland, Anna Bligh, tras sobrevolar las zonas afectadas.
“Al viajar esta mañana no sólo por la capital sino por las tres cuartas partes del Estado, nos enfrentamos a una reconstrucción de proporciones de posguerra”, manifestó Bligh.
Las autoridades han mantenido la alerta por lluvias para las próximas semanas, con las distintas presas que protegen la ciudad a punto de desbordarse.
Las inundaciones han dejado al menos 18 muertos y 78 desaparecidos, según cifras actualizadas. Toowoomba y la región del valle Lockyer, al oeste de Brisbane, fueron completamente devastados, con ciudades completas destrozadas. Los gastos podrían alcanzar los 4.500 millones de euros.
Grantham Ken Harme, residente en el estado de Queensland, explicó que “las cosas han sido completamente arrasadas, hogares completamente destruidos. Es una destrucción total”.
Aún así, el agua está un metro por debajo del nivel alcanzado en las mortíferas inundaciones de 1974 en Brisbane. Aunque los techos de muchas casas y fábricas sólo se han podido ver después de que este jueves saliera el sol a primera hora durante un breve espacio de tiempo.
El general Mick Slater, nombrado por el Gobierno para hacer frente a la crisis, declaró que “la completa reconstrucción va a llevar años, no hay ninguna duda”. “Pero Australia tiene la capacidad para reconstruir Queensland”, aseveró.
