Sábado, 23 de Noviembre del 2024
Washington, ene. 05 (ANDINA). La secretaria de Salud de Estados Unidos, Kathleen Sebelius, invocó al nuevo Congreso, que asume hoy sus labores, para que no revoque la reforma sanitaria impulsada por el gobierno de Barack Obama y que la nueva mayoría republicana en la Cámara de Representantes se ha fijado como primer objetivo.
“Cuando el nuevo Congreso asume hoy en Washington, los líderes republicanos han dejado claro que su primera prioridad va a ser revocar la nueva ley sobre la salud. No se me ocurre ninguna idea peor para las familias estadounidenses”, escribe Sebelius en una columna de opinión publicada en el diario Chicago Tribune.
Revocar la normativa supondría “un frenazo” a los avances logrados y “le quitaría el control” sobre la salud “a las familias y médicos para volvérselo a dar a las aseguradoras”, advierte Sebelius, que pidió a los legilsadores “reflexionar bien” sobre qué supone un “paso atrás tan imprudente” antes de tomar ninguna decisión.
El nuevo Congreso de Estados Unidos asume hoy sus funciones con una Cámara de Representantes controlada de nuevo por la oposición republicana tras la masiva victoria lograda en los comicios legislativos del 2 de noviembre.
El Senado sigue estando en manos de los demócratas de Obama, pero con una mayoría fuertemente disminuida que todos coinciden les pondrá más difícil avanzar nuevas leyes o reformas.
Aun antes de inaugurar sus nuevos puestos, la mayoría republicana en la Cámara de Representantes anunció ya en los pasados días su intención de proponer como primera medida del nuevo período de sesiones que se inaugura hoy la revocación de la reforma sanitaria, considerado el máximo logro de Obama pese al gran desgaste político que le conllevó su aprobación.
La fecha fijada para iniciar el proceso es el próximo 12 de enero. No es la primera vez que Sebelius pide a los legisladores que no actúen contra la nueva ley.
En otro editorial firmado conjuntamente con el fiscal general, Eric Holder, ya escribió sobre el tema a mediados de diciembre.
Pero mientras que en dicha ocasión ambos altos funcionarios de la administración Obama emplearon un tono más desafiante, afirmando en su artículo que la reforma sanitaria es “legal” y cualquier apelación contra la normativa “fracasará”, en su editorial de hoy Sebelius utiliza un tono más comedido y hasta suplicante.
“Durante años, los estadounidenses han reclamado que hagamos algo frente a los altísimos costes de la salud, la desintegrada cobertura y las compañías aseguradoras fuera de control”, recuerda ahora Sebelius.
