Peter López quiere que lo recuerden toda la vida

Nuestra estrella del taekwondo, Peter López Santos, vive actualmente en Los Ángeles, Estados Unidos, con su familia. Ganó una medalla de oro en el campeonato panamericano de esa disciplina y quiere ganar este año la presa dorada en el mundial de Nueva Zelandia.

¿Por qué quieres ser campeón mundial de taekwondo?
-Porque quiero ser recordado el resto de mi vida.

¿En qué momento de su vida se trazó esa meta?
-Desde muy niño. Siempre quise ser el mejor en todo lo que hacía porque es un sentimiento enorme de superación el que tengo.

¿Es el hijo mayor?
-No, soy el segundo y somos tres hermanos: yo y dos mujeres.

¿Tuvo que competir con ellas por la atención de sus padres?
-No, para nada. Ellos nos educaron parejo a los tres.

Es el engreído de su mamá…
-Si, de hecho que sí (risas)

¿Es soltero?
-Si, obviamente.

¿Obviamente? ¿No se quiere casar?
-No tendría tiempo para lograr mis metas.

¿Le parece complicado amar y lograr sus metas profesionales?
-Si porque para ambas cosas hay que dar todo de sí, y si uno no se concentra bien, uno o lo otro puede fallar.

¿No le parece un costo muy grande dejar al lado el afecto para ser campeón mundial?
-No, porque siempre tengo el afecto de mi familia y mis amigos. Tener el afecto de una pareja no es mi meta en este momento. Si tuviera uno en este momento, no estaría bien en el deporte.

¿Cuántas horas entrena?
-Cuatro horas al día, cinco veces a la semana, de lunes a viernes. Es un entrenamiento regular en el que doy todo de mí, por eso es más que perfecto.

Desde hace 15 años practica el taekwondo, ¿qué es lo que sigue perfeccionando?
-La rapidez, mi fuerza, mi patada, la técnica, la táctica. En mi caso también se ha fortalecido mi experiencia, y poder trabajar bajo presión.

¿Teme competir con un hombre joven o le es fácil?
-Depende del competidor. Pero es obvio que cuando más edad se tiene, más experiencia se acumula.

¿En qué cambió radicalmente su vida el taekwondo?
-Me ayudó a tener metas, a estar alejado de las calles, en ser positivo, tener disciplina, saber defenderme. En todo.

¿Cuándo se encuentra con un amigo de su edad se siente superior a él?
-No, yo me siento mejor que todo el mundo (risas).

¿Y con sus parejas es un buen hombre?
-No se la verdad, porque realmente no he tenido parejas. Una que otra enamorada. Lo que pasa es que es difícil para mí. Los viajes y los entrenamientos toman mi tiempo.

No ha encontrado mujeres que entiendan su pasión por ese deporte…
-Es muy difícil tener una enamorada practicando este deporte. Muchas chicas no quieren que su enamorado viaje por todo el mundo, sino más bien que la acompañe.

¿Se visualiza con la medalla de campeón colocada sobre su pecho?
-Desde niño, durante cada versión de juegos olímpicos que veía en la TV: el de las chicas del vóley en Seúl.