El detective Orlando Martínez, que interrogó a Murray poco después del fallecimiento de Jackson el 25 de junio de 2009, aseguró en la vista preliminar del proceso abierto contra el médico que éste le explicó que el “Rey del pop” era un adicto al propofol y que le pidió encarecidamente que le suministrara el fármaco para ayudarle a dormir.
El agente recordó que Murray dijo sentirse “presionado” por las demandas de Jackson, quien llegó a amenazar con cancelar los ensayos de los conciertos que iba a dar en Londres en julio si el doctor no le administraba propofol, un líquido blanquecino que el artista llamaba “leche” .
En la conversación que tuvo Martínez con Murray, el médico le aseguró que cuando firmó el contrato para atender la salud del cantante desconocía la larga relación de Jackson con el propofol, droga que le habían prescrito otros galenos antes que él.
Según Martínez, la noche de la muerte del artista, Murray comentó que había intentando convencer a Jackson para que se olvidara del propofol y, a cambio, le había dado otros fármacos más suaves para inducirle el sueño.
Al persistir el insomnio, el “rey del pop” rogó presuntamente por el propofol, que al parecer Murray le administró en una dosis baja.
El policía comentó que, según la versión del médico, una vez inyectada la sustancia Murray se ausentó dos minutos para ir al baño y cuando regresó se dio cuenta de que Jackson no respiraba.