LIMA | Sud-Sudán ha votado masivamente por su independencia y para mediados de este año debería aprobarse el nombre del nuevo país, el cual podría convertirse en el miembro 193 de las Naciones Unidas.
Este, sin embargo, no es el único territorio que ha derramado mucha sangre, sudor y lágrimas en una guerra separatista.
Hay otras repúblicas que han proclamado unilateralmente su independencia, pero que la ONU no las ha admitido.
Mientras los amigos de Rusia vetan el ingreso de Kosovo, los de EE.UU. hacen lo mismo con Abjasia y Osetia del Sur, pues ambas fracturas no son reconocidas por las repúblicas de las que habían formado parte (en el caso de la primera Serbia, cristiana ortodoxa como Moscú, y en el de la segunda, Georgia, aspirante ex soviético a entrar en la OTAN).
Los casos del África no son tan conocidos, pero ahora buscarán sacar provecho para buscar tratar de ser reconocidos internacionalmente.
Al sureste de Sudán está Etiopía, de la cual se escindió Eritrea (una ex colonia musulmana de Italia que ese país cristiano fracasó en reabsorber), la cual en 1993 fue la última nación africana en ser admitida en la ONU.
Etiopía tiene movimientos regionalistas en Gambelia y Oromia, mientras que en la zona de Ogaden muchos de los somalíes que la dominan piden la separación o la reunificación con el resto de los somalíes.
Sin embargo, la vecina Somalia está dividida tras una de guerras de clanes. Hay poderes o repúblicas locales en las regiones suroeste, Jubalandia, Maakir y Puntlandia. El Norte es independiente, aunque nadie le reconoce, pese a que se basa en el nombre y las fronteras de la antigua Somalilandia británica que en 1961-91 se unificó con la ex colonia italiana de Somalia.
Al sur de Sudán están Uganda (que tiene otra guerra interna entre el norte y el sur), Rwanda-Burundi (quienes padecieron el genocidio de los tutsis y en donde los pigmeos twa piden sus tierras) y Congo (que ha sufrido la peor guerra civil de la posguerra con más de 4 millones de muertos, así como varios intentos separatistas, incluyendo el de Katanga de los 1960 animado por corporaciones belgas interesadas en los ricos recursos minerales de ésta).
Al norte de Sudán está Egipto, donde el 10% de sus habitantes son cristianos coptos dentro de quienes hay corrientes nacionalistas.
El oeste de Sudán ha sido escenario de la guerra de Darfur donde han muerto 200,000 personas, y más allá está Chad, que tuvo otra guerra entre Norte y Sur.
En el norte árabe de África hay dos importantes movimientos nacionalistas. Uno es el de los kabiles de Argelia, quienes hablan su propia lengua berebere y son mahometanos más seculares.
Otro es el de la antigua Sahara Española, cuyos nativos saharauis son los únicos musulmanes de lengua hispana y quienes tienen su propia república que resiste la ocupación de Marruecos. Esta, la República Árabe Saharaui Democrática, aún controla un 20% del territorio de la antigua colonia castellana y ha sido reconocida por 58 países, aunque muchos de ellos hayan retirado o condicionado ese apoyo a la realización de un referendo.