La Fiscalía colombiana acusó a un mayor del Ejército y cuatro soldados como presuntos responsables del asesinato de tres miembros de una familia, presentados como irregulares, informó hoy el ente acusador.
Los hechos ocurrieron el 11 de diciembre de 2002 en zona rural del municipio de Campamento (noroeste). Los militares presentaron estas muertes como bajas de la guerrilla.
Según la investigación, los tres labriegos fueron ultimados en estado de indefensión. Los militares al parecer colocaron armas de fuego a sus víctimas. Cinco militares están presos en guarniciones militares y un soldado que está libre.
La prensa colombiana llama “falsos positivos” a las ejecuciones de personas mostradas por militares como guerrilleros abatidos en combates inexistentes.