Los comics, si bien aparentemente viven en un mundo de fantasía, reflejan lo que pasa en la vida real. Un ejemplo de ello son dos clásicos animados creados por dos distintas corporaciones norteamericanas.
Al mismo tiempo que Hanna Barbera, pionera en dibujos infantiles para TV, celebraba el 50 aniversario de su producto estrella (Los Picapiedras), Marvel, la mayor inventora de superhéroes, lanzaba al mundo su primer Batman no estadounidense (el de París).
Este nuevo personaje, sin embargo, ha generado una concertada protesta por parte de muchos ultras de dicha potencia, para quienes resulta inaudito que mientras Batman, Superman, el Hombre Araña, la Mujer Maravilla, los 4 Fantásticos y otros super-héroes norteamericanos suelen ser en la vida real parte de la mayoría blanca occidental de su país, el Batman galo no es un francés común, sino que proviene de la minoría más discriminada de esa nación: los musulmanes nor-africanos. Su nombre es Bilal Asselah, quien tiene raíces en Argelia y reside en Clichy-sous-Bois, el barrio con muchos inmigrantes pobres que originó los levantamientos antirracistas del 2005.
Marvel ha rediseñado a la Batichica haciéndola de origen judío, la misma que, al igual que su amiga (la detective hispana Montoya), son lesbianas.
Este tipo de personajes muestran un intento por parte de las grandes corporaciones del espectáculo de llegar a los sectores tradicionalmente más marginados a fin de captar tanto a ellos así como al creciente número de personas que cultivan la cultura ‘políticamente correcta’.
Basta comparar este tipo de nuevos cartunes con el estereotipo de los Picapiedras, quienes salieron al aire por primera vez el 30 de septiembre de 1960. En estos últimos todos sus personajes, aunque se visten de cavernícolas, son ‘gringos’. Allí (al igual que otras series coetáneas de Hanna Barbera como los Supersónicos, Scooby-Doo, Yogui, etc. o de Walt Disney) no se ven ni siquiera peatones que sean negros, latinos, indígenas o asiáticos, pese a que ellos juntos representan hoy a más del 25% de la población de EEUU.
Los Picapiedras muestran el modelo idealizado de hace medio siglo para los trabajadores de EEUU. Todos ellos debían tener grandes casas y comodidades, mientras que la esposa debía quedarse en el hogar laborando y podía constantemente pegar o maltratar a su marido. Todo ello ha cambiado en una sociedad donde hoy se insta a la mujer a ser igual y a trabajar y donde se ve mal toda forma de violencia doméstica.
Mientras hoy aparecen decenas de documentales hechos con las más prodigiosas tecnologías de computación mostrando cómo en distintas edades aparecían y desparecían varios tipos de fauna, en los Picapiedras todo parece combinado: desde especies que surgieron hace decenas de miles de años junto a dinosaurios extinguidos muchas decenas de miles de años antes de que apareciésemos nosotros o los grandes mamíferos. Algunos de ellos, como los lentos saurópodos, aparecían corriendo como perros (‘Dino’) o caballos, mientras que la mascota de los Mármol era un dino-canguro que nunca existió.
Uno de los principales patrocinadores de dicha serie fue una compañía de cigarros, cosa que hoy aparecería como un contrasentido para una serie infantil.
A pesar de ello, los Picapiedras fueron el primer cartún donde se mostraba a un matrimonio durmiendo juntos, trataba de la infertilidad de una pareja (la de Betty y Pablo) y mostraba una serie de dificultades conyugales.
El primer cartún sobre una familia trabajadora norteamericana que superó a los Picapiedras en sintonía y número de series apareció casi 30 años después: Los Simpsons. Esta, surgida al filo de 1990, mostraba una nueva década que requería de una actitud más crítica al sistema, que incorporase a minorías étnicas y que sea más politizada.
Muchos de los nuevos personajes que aparezcan en el mundo animado van a reflejar la aparición de nuevos actores sociales en el mundo real de hoy.
Guerra Filipinas-EEUU: 100 años
Para la mayoría de los iberoamericanos, Filipinas parece ser algo remoto en el sureste asiático. Sin embargo, muchos hispanos se sorprenden cuando comprueban que la mayoría de los nombres y apellidos de los filipinos son como los de ellos (como Juan, Carlos, José, Pérez, López, etc.) o cuando ven que las procesiones religiosas de esas islas son tan similares a las suyas.
El cristianismo surgió en los 3 continentes de Asia, Europa y África, pero el país que tiene más católicos en todo el Viejo Mundo es las Filipinas, la cual fue evangelizada y gobernada desde México.
Hoy puede haber una treintena de países donde el español o el portugués sean los idiomas oficiales, pero ninguna de esas naciones ha sido bautizada en honor a un rey ibérico. La única república del mundo que lleva en su nombre el de un monarca que fue tanto de España como de Portugal es Filipinas.
A este archipiélago se le denominó así para reverenciar a Felipe II, quien llegó a ser el gobernante español y europeo más poderoso. El y su hijo Felipe III lograron la unificación de los imperios español y portugués en 1580-1640, quienes entonces detentaban la mayoría de las colonias europeas en las Américas, Asia y África, además de poseer varios territorios en Alemania, Italia y Francia y a los Países Bajos.
La conquista ibérica de Filipinas se inició antes de que los castellanos derrotasen a los imperios azteca e inca. Filipinas luego llegó a ser una capitanía supeditada al virreinato de Nueva España (cuya capital era la ciudad de México y que abarcaba 5 millones de kilómetros cuadrados, desde el sur y oeste de los actuales EEUU hasta casi toda América Central), la cual abarcó al grueso de la Micronesi. En las “Indias españolas orientales” estuvieron las islas Filipinas, Marianas y Carolinas, Guam, Palaos, Sabah – que hoy es parte de Malasia-, y territorios de Taiwán y Japón.
De hecho todas las posesiones de la antigua Nueva España tienen tanta población que la suma de sus habitantes superaría a la de cualquier actual potencia del hemisferio norte.
Filipinas, al igual que Cuba y Puerto Rico, se mantuvo en manos españolas 8 a 9 décadas después de la independencia de los 4 virreinatos hispanoamericanos. En 1898 Filipinas declaró su independencia, aunque los EEUU inmediatamente procedieron a invadirles. Washington, tras derrotar a Madrid en una guerra, reclamó a todas sus últimas colonias en América y Asia.
Las proclamas independentistas y la primera constitución de los filipinos fueron redactadas en castellano. No obstante, los EEUU decidieron ocupar ese archipiélago, al que solo perdieron ocasionalmente ante los japoneses en la II guerra mundial, para luego, al recuperarlo otorgar una independencia donde éstos siempre se mantuvieron como el poder dominante. Guam y las Marianas aún siguen siendo territorios de EEUU.
La resistencia contra la ocupación norteamericana duró hasta 1911. Dicha guerra produjo la muerte de un millón de filipinos (más del 10% de sus 9 millones de habitantes).
EEUU se propuso des-hispanizar a Filipinas. Hoy, allí el castellano ya no es idioma oficial (rango que sí lo tienen el inglés y el filipino o tagalog), aunque sectores de las clases medias siguen reivindicando dicha herencia, las lenguas filipinas están llenas de vocablos hispánicos y hay una lengua castellana criolla local (el chabacano).
La hoy olvidada guerra de Filipinas fue uno de los primeros pasos que daría EEUU en un futuro historial de ocupaciones al Caribe, Indochina y el Asia occidental. Los resultados de esta victoriosa ocupación serían lo opuesto de lo que luego pasó en Vietnam. Prueba de ello es que en América Latina pocos se acuerdan del país más culturalmente afín que tienen al otro lado del Pacífico.
Sumatra sí mata
El 26 de diciembre se conmemoraron 6 años del terremoto de Sumatra, el peor de todos los que se hayan dado en lo que va de este milenio, el mismo que produjo el más devastador y extenso maremoto de nuestra generación.
Este se dio en Sumatra en la madrugada navideña produciendo olas de hasta mil kilómetros por hora que al llegar a las costas, si bien decrecían en su velocidad, aumentaban su tamaño hasta los 10 ó 30 metros de altura. Estas arribaron a más de una docena de países en todo el océano Indico, incluyendo a la costa africana, produciendo alrededor de un cuarto de millón de muertos.
Desde que hay registros escritos éste ha sido el tercer sismo en magnitud y también el sexto en número de muertos.
Sin embargo, Sumatra ha producido mucho peores cataclismos. Incluso, el único que casi logra la extinción de toda la humanidad. Este se dio hace 70 a 76 mil años como resultado de la explosión del súper volcán que está debajo del lago Toba.
A diferencia de los volcanes normales, como las decenas de ellos que estallan cada siglo en diversas partes del globo y que son picos o nevados, ésta una depresión que solo se ve una erupción de cualquiera de ellos una sola vez cada cierto número de decenas o cientos de miles de años. El de Toba cuenta con una caldera descomunal de 100 kilómetros de largo.
La erupción del Toba ha sido la peor que ha visto la humanidad. Esta duró un mes y tuvo una potencia 3,000 veces mayor que la del volcán de Santa Helena. El humo, el polvo y el ácido sulfúrico que soltó al cielo se esparcieron por todo el planeta envenenando al aire y al agua, y cuando llegaron a la estratósfera generaron una capa que hacía que rebotasen los rayos del sol, por lo que el planeta tuvo una década sin veranos y se entró a una larga edad de hielo.
Hasta antes de dicha explosión en el Asia había especies de leones, simios, rinocerontes y elefantes que eran al menos un 50% más grande que los más grandes que hoy vemos.
El elasmoterio, un rinoceronte con un cuerno de 2 metros, el gigantopiteco, el mayor simio que haya existido (3 veces mayor al de un gorila, y a los que algunos cripto-zoólogos consideran que fue un antepasado del Yeti o los Piegrandes) y el leopardo de Sumatra (tan grande como un tigre y tan veloz como una chita) posiblemente sucumbieron como efecto de tal cataclismo.
Se estima que la inmensa mayoría de la humanidad pereció allí y que solo sobrevivieron dos mil parejas o entre 10 a 20 mil personas. Hoy, nuestra especie, pese a las diferencias de razas, es una de las menos diversas y ello se debería a tal masiva destrucción.
Esta explosión varió nuestra historia y la de la tierra. Solo hace unos 10,000 años, cuando se fue acabando la edad de hielo y nuestra especie se fue recuperando, recién se dio paso a la agricultura y a las primeras civilizaciones.
Esta tragedia, sin embargo, puede repetirse. Hay otros súper volcanes que podrán detonarse, incluyendo el de Yellowstone, donde supuestamente vive el oso Yogui, pero que llegó a producir antes la extinción de la anterior mega-fauna norteamericana.