Río de Janeiro, ene. 17. La Cruz Roja acusó hoy a la prefectura de Teresópolis, una de las ciudades brasileñas afectadas por las fuertes lluvias que dejaron un saldo parcial de 643 muertos y millares de damnificados, de impedirle colaborar con el rescate de los sobrevivientes.
“Es una situación embarazosa. Hoy temprano llegaron (los guardias municipales) aquí a la base de la Cruz Roja, echaron a todo el mundo y cerraron los portones”, denunció uno de los médicos de la entidad, Martius de Oliveira, citado por la versión electrónica del diario “O Globo”.
Por su parte, la asistente social Eliane Moraes añadió que el grupo cuenta con más de un centenar de profesionales, entre médicos, enfermeros y voluntarios, quienes tras la prohibición de la prefectura se encuentran impedidos de socorrer a los varios miles de damnificados.
En tanto, la prefectura negó mediante un comunicado las acusaciones, y expresó que se está trabajando en conjunto “en pro de la población y de las personas afectadas por el fuerte temporal” que desde hace seis días azota a la región serrana de Río de Janeiro.
Mientras el número de muertos va en aumento, y día a día se descubren nuevos grupos familiares aislados a la espera de socorro, varios medios locales denunciaron hoy que el caos y la desorganización en torno a la tragedia dificultan la llegada de ayuda humanitaria a los sobrevivientes.
Según el diario “Folha de Sao Paulo”, al menos 170 toneladas de donaciones -entre alimentos, agua, medicamentos y ropa-, no pueden llegar a destino a raíz de la falta de coordinación entre quienes tienen a su cargo el envío de ayuda.
Por su parte, el diario “O Estado de Sao Paulo” denunció que la falta de coordinación afecta también la salida de helicópteros para el rescate de las familias que se encuentran aisladas, sin agua, comida ni luz.
Según la versión periodística, los propios soldados admiten lo “absurdo” de tener las aeronaves paradas en la Granja Comary, transformada en base aérea para los rescates, con toda la tripulación a disposición.
En medio del desolador cuadro de la tragedia compuesto por cadáveres, escombros y familias enteras aisladas implorando por agua y comida, comienzan a aparecer denuncias de desvío de donaciones.
Militares que trabajan en la asistencia a las víctimas dijeron al rotativo que oyen hablar permanentemente de personas que se apoderan de las donaciones, sin necesitarlas, para después comercializarlas.
“Hay gente que recibió (donaciones) y no fue desalojada, hay gente que recibió diez veces el mismo artículo”, resumió
Como parte de las medidas destinadas a paliar la situación, el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, anunció hoy que destinará cerca de 1,8 millones de dólares para reforzar la atención de la salud de las víctimas que sobrevivieron a la tragedia.
Estos recursos se suman a los más de 400 millones de dólares, que el gobierno federal se comprometió a aportar a la provincia.