Según narra hoy el diario “The Daily Telegraph”, el piloto George La Perle, de 49 años, fue detenido por los agentes de seguridad del aeropuerto de Heathrow (Londres) debido al fuerte olor a alcohol que emanaba.
El piloto aseguró que había bebido sólo unas cervezas el día anterior, pese a lo cual el análisis arrojó un resultado cuatro veces superior a la tasa de alcohol en sangre permitida para los pilotos.
La Perle aseguró a los agentes que el vuelo que debía pilotar se dirigía a Nueva York, cuando en realidad el avión de Delta Air Lines tenía como destino Detroit.
El incidente se produjo el pasado 1 de noviembre, cuando el piloto, con 20 años de experiencia, se dirigía hacia la cabina de mando de la aeronave, un Boeing 767, con 241 pasajeros a bordo.
En la sentencia condenatoria, el juez Phillip Mathews dictaminó que “las consecuencias para los pasajeros del avión, si La Perle hubiera pilotado aquella jornada, lo que era muy probable, dado que ése era su trabajo en la compañía, hubieran resultado potencialmente catastróficas”.