La agencia medioambiental brasileña aprobó el inicio de Belo Monte, una controversial y enorme presa para generación hidroeléctrica en el Amazonas de 17,000 millones de dólares, a la que critican indígenas y ambientalistas.
La agencia Ibama emitió las licencias para que el consorcio a cargo de Belo Monte comience la construcción en el lugar y despeje 238.1 hectáreas de bosque, o el tamaño del principado de Mónaco.
El Gobierno ha dicho que el proyecto de 11.000 megavatios, que debe comenzar a entregar energía en el 2015, es clave para el suministro de la economía en auge de Brasil.
Norte Energia, el consorcio que ganó la subasta para construir Belo Monte, está conformado por electrica estatal Eletrobras y el segundo mayor fondo de pensiones Petros, además de varias constructoras.