Corea del Norte dijo hoy que no responderá a las maniobras de artillería surcoreanas realizadas desde una isla fronteriza, pese a las advertencias norcoreanas, y calificó esos ejercicios de “temeraria provocación militar”.
Norcorea dijo después de que terminaran las maniobras de 90 minutos que iba a abstenerse de atacar ya que a que Seúl había cambiado la zona de sus maniobras.
La declaración difundida por la agencia oficial de noticias Central Coreana insinuó que el Norte percibió los ejercicios de hoy diferentes a los previos que provocaron su reacción el mes pasado porque los proyectiles surcoreanos cayeron más al sur de las costas norcoreanas.
Ayer, el régimen norcoreano había elevado el estado de alerta y advertido que ocurriría una “catástrofe” si Seúl realizaba esas maniobras.
“Si los surcoreanos se atreven a llevar a cabo los ejercicios y cruzan la frontera, la situación en la península coreana explotará y no se podrán evitar consecuencias desastrosas”, advirtió el ejército del Norte en un comunicado el sábado. Y agregó que la “intensidad y el alcance” de su respuesta “serán mayores” que el ataque del 23 de noviembre, cuando una andanada de proyectiles norcoreanos causó la muerte a dos infantes de marina y a dos civiles, lo cual elevo al máximo la tensión entre las dos Coreas.
Norcorea no reconoce la frontera del mar Amarillo, establecida por la ONU tras la guerra terminada en 1953. El gobierno del enigmático Kim Jong Il considera como parte de su territorio marítimo las aguas en torno a Yeonpyeong y otras islas surcoreanas.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió ayer de urgencia para intentar detener la escalada de tensión en la zona. Fue a pedido de Rusia, que “teme que haya un agravamiento de las tensiones”, según dijeron fuentes diplomáticas.