El fundador de WikiLeaks dijo en una entrevista a Estado de Sao Paulo que “sería genial tener ese ofrecimiento” del gobierno de Dilma Rousseff. El australiano consideró que “el país parece un buen lugar para instalar parte de nuestras operaciones”. Destacó además el “coraje” de Lula da Silva por haberlo apoyado.
Desde Londres, el hombre detrás del cablegate se explayó sobre Brasil en una entrevista con el diario paulista. Cuando fue arrestado bajo cargos de violencia sexual, el saliente Lula da Silva se solidarizó con él: “La cara de WikiLeaks está preso y no veo que nadie proteste contra la amenaza a la libertad de prensa” .
El periodista le preguntó si piensa en pedir asilo a Brasilia. “Sería genial tener ese ofrecimiento”, se entusiasmó. “Tal vez Brasil sería un buen lugar para instalar algunas de nuestras operaciones. Es un país grande y con la suficiente fuerza económica y militar para ser independiente de los EEUU. A la vez, no es una nación como China o Rusia donde no hay tolerancia a la libertad de prensa”.
Sobre Lula y su respaldo a WikiLeaks, el hacker australiano destacó que “tuvo una posición corajuda en relación a la independencia del país”, aunque no olvidó que “ahora está en la situación de quien termina su mandato y puede decir con más libertad lo que verdaderamente piensa”.
Consideró que “al hacer esas declaraciones (sobre WikiLeaks), tal vez establezca una base y haga más facil que la próxima presidente tome la misma posición. Ella y su gobierno tendrán que tener cuidado en la relación con los EEUU”. El periodista le señaló que, posiblemente, Rousseff vacile más que Lula en ese sentido. “Sospecho que eso es cierto”, admitió. “Pero tal vez sorprenda y demuestre tener suficiente coraje“.