Especialistas y el Estudio Binacional de Bienes Ilícitos elaborado por los gobiernos de México y los Estados Unidos aseguran que parte del dinero sirve para la operación de los cárteles de la droga, como la compra de armas y vehículos, y el resto se blanquea.
“En algunos casos sirve para mantener con vida la economía de regiones enteras“, explicó a la BBC el investigador José María Ramos, del Colegio de la Frontera Norte (COLEF). “Ha sido uno de los factores que permitió que las crisis económicas no sean de mayor impacto en comunidades fronterizas y del centro y sur del país”, afirmó.
Según el Estudio Binacional de Bienes Ilícitos, las ciudades con mayor número de operaciones de lavado de dinero son: Monterrey, en el estado de Nuevo León; Guadalajara, en Jalisco; y Culiacán, en Sinaloa.
Para intentar frenar esta situación, el Gobierno de Felipe Calderón decidió limitar a 100 mil pesos mexicanos (7 mil dólares) las compras en efectivo de autos, casas, joyas o aviones. Además, estableció un tope de 14 mil dólares mensuales en los depósitos empresariales.
Guillermo Ibarra, profesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa, aseguró que en el estado “hay tres industrias motrices: el turismo, la exportación de hortalizas y el narcotráfico”, y detalló que “la mayoría de los dólares que genera el narcotráfico entra a México por vía terrestre, dentro de camiones de carga, maleteros de automóviles o en bolsas de viaje”.
El especialista Edgardo Buscaglia, del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), explicó que el dinero de los cárteles se dispersa en múltiples actividades legales. “Hay sectores donde tradicionalmente se invierten estos recursos, como la compra y construcción de casas, restaurantes o automóviles”, precisó.