Al menos siete supuestos narcotraficantes murieron hoy en una operación de la Policía brasileña contra la organización criminal acusada de los ataques que vienen generando pánico en Río de Janeiro y que han dejado 55 vehículos incendiados, informaron fuentes oficiales.
El nuevo enfrentamiento se registró en la favela de Jacarezinho, una barriada pobre en la zona norte de Río de Janeiro controlada por narcotraficantes, y elevó a 34 el número de muertos desde el pasado lunes, cuando la Policía inició su reacción contra los grupos criminales. En las operaciones en Jacarezinho participaron cerca de 200 agentes de diferentes comisarías de la Policía Civil.
La cifra de víctimas puede ser mayor debido a que los enfrentamientos de hoy están concentrados en Vila Cruzeiro, considerada como la favela más peligrosa de Río de Janeiro y que fue ocupada por los uniformados con el apoyo de seis tanquetas blindadas cedidas por la Marina de Guerra.
En la ocupación de Vila Cruzeiro, transmitida en directo por las redes de televisión, se han registrado numerosos enfrentamientos, pero hasta ahora no hay informaciones sobre víctimas. La operación está a cargo del temido Batallón de Operaciones Especiales (BOPE), la llamada tropa de elite de la Policía Militarizada.
La intensa movilización policial, que dobló el número de uniformados en las calles y realizó operaciones en 28 favelas, busca reprimir a la organización criminal a la que se atribuyen los ataques violentos de los últimos días, principalmente contra autobuses, automóviles particulares y puestos policiales.
Las autoridades de Río de Janeiro, ciudad que será una de las subsedes del Mundial de Fútbol de 2014 y la sede de los Juegos Olímpicos de 2016, han atribuido tales ataques a una represalia de los grupos criminales que fueron expulsados por la Policía de importantes favelas en las que controlaban el tráfico de drogas.