El pequeño tenía alrededor de 3 años y se encontraba en un palco del estadio cuando se produjo el accidente. Perdió la vida a los pocos minutos en un hospital de Los Ángeles.
El pequeño se encontraba disfrutando del partido junto a sus padres en uno de los palcos privados del Staples Center, cuando los padres perdieron de vista al niño y empezaron a buscarlo, antes de descubrir que el pequeño se había precipitado desde el palco.
La caída se produjo desde la tercera gradería, situada a 15 metros de altura, minutos después de que acabara el encuentro y aunque el pequeño fue trasladado rápidamente al centro médico Los Ángeles County–USC, aún con vida, murió horas más tarde debido a las gravedad de sus lesiones.
Tras el hecho, la unidad de menores de la policía californiana ha abierto una investigación para profundizar las circunstancias del accidente.