El Consejo Constitucional francés ha dado su visto bueno a la reforma de las pensiones formulada por el Gobierno de Nicolas Sarkozy y que ya han validado tanto la Asamblea Nacional como el Senado.
El Consejo Constitucional ha rechazado todos los recursos formulados por los parlamentarios socialistas que habían denunciado principalmente que la reforma de las pensiones suponía un “atentado contra los principios de igualdad”.
Este organismo ha llegado a la conclusión de que fijar la edad mínima de jubilación en los 62 años no infringe “el principio de igualdad ni la exigencia constitucional relativa a una política de solidaridad nacional en favor de los trabajadores jubilados”.
Asimismo, considera que “aplazar de 65 a 67 años el límite de edad para que una persona tenga derecho a una pensión completa no es contrario al principio de igualdad entre mujeres y hombres (sino que) esta regla les es común”, informan los medios galos.
Así las cosas, la polémica reforma de las pensiones, que prácticamente paralizó el país con numerosas huelgas y paros en los últimos meses y en particular a principios de octubre, sólo necesita la firma de Sarkozy para entrar en vigor.