Por determinación del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el Ministerio de Defensa decidió hoy enviar 800 militares a Río de Janeiro para auxiliar a la policía local en el combate a la violencia.
El decreto, firmado por el ministro de Defensa, Nelson Jobim, indica que la orden del presidente Lula se produce ante una solicitud del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral.
Desde el domingo la llamada Ciudad Maravillosa vive una ola de violencia provocada por narcotraficantes que han incendiado más de 70 vehículos en rechazo al traslado de capos presos a cárceles federales en otros estados y la colocación de Unidades de Policía Pacificadora en las favelas (barrios pobres) con mayores delitos.
Jobim pide a los comandantes de las Fuerzas Armadas que de manera articulada, habiliten 10 vehículos blindados para transporte de persona, cede equipos de comunicación tierra-aire, y de visión nocturna.
Al Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el ministro de Defensa indica que designe un oficial para promover la integración de los comandos militares utilizados en la operación, promover la comunicación con las autoridades estaduales y federales y mantener informado al ministerio de las operaciones.
Durante esta jornada, efectivos del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de la Policía Militar, apoyados por blindados propios y tanques de la Marina ocuparon Vila Cruzeiro, considerada el principal reducto de los traficantes cariocas.