La última novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa, “El sueño del celta”, salió al mercado en medio de la expectativa mundial.
El libro, de 454 páginas, es un texto histórico centrado en la figura de Roger Casement, un aventurero, diplomático y nacionalista irlandés ejecutado en 1916, y en las denuncias que hizo éste respecto a la explotación del Congo y la Amazonía peruana a comienzos del siglo XX.
Se trata de alguien “que fue muchos personajes a la vez”, “con incongruencias y contradicciones en su biografía”, dijo Vargas Llosa en la madrileña Casa de América, donde presentó el libro.
La “dualidad entre héroe y ser humano corriente es lo que me atrajo”, agregó respecto a las inquietudes que lo motivaron a la escritura.
Como en sus anteriores novelas históricas, contó el autor de libros como “La guerra del fin del mundo” y “La fiesta del chivo”, en un comienzo empezó a documentarse sobre un personaje que le parecía interesante, hasta acabar fascinado por él.
Casement fue un aventurero irlandés que viajó de muy joven al Congo, donde descubrió los horrores de la colonización.
Años después de escribir un célebre informe de denuncia sobre lo que ocurría en el Congo belga, hizo un viaje a la zona de explotación de caucho en la selva del Putumayo, en la Amazonía peruana, donde se encontró con una situación similar.
Tras recibir honores del Imperio británico por su trabajo a favor de los pueblos indígenas, Casement, sin embargo, cayó en desgracia como “traidor” por apoyar la revuelta independentista irlandesa.
El libro se publica poco después de que la Academia Sueca premiara a Vargas Llosa, galardón que el escritor recibirá el 10 de diciembre en una ceremonia en Estocolmo.