Daniel Radcliffe no ha dudado en comenzar a hablar de la segunda parte, que se estrenará en julio del próximo año, y que supone el fin de la franquicia cinematográfica más rentable de los últimos años. El británico ahora es multimillonario y famoso en todo el mundo luego de la serie de ocho películas que se convirtió en una de las más grandes franquicias de la historia del cine.
El actor ha dicho a Reuters que la que será la última de las películas sobre el ahora mago adolescente “está llena de acción y será como una película de guerra”. Sobre la decisión de partir en dos la adaptación al cine del último de los libros escritos por J.K. Rowling, Radcliffe opina que de no haber sido así, se hubiera dejado de filmar la mayor parte de la película que se acaba de estrenar.
“Para mí esta es precisamente la parte más interesante de la historia, porque es donde los personajes se desarrollan, cambian”, dice el actor quien se queja- con ironía- de que su compañero de reparto, Rupert Grint (Ron) le haya robado aquello de que “Las reliquias de la muerte” es una película de carretera que se transforma en una sobre ladrones y luego termina siendo una cinta bélica. “¡¡Eso se lo dije yo hace unos días!!”, asegura.
Radcliffe lleva diez años haciendo el rol de Harry Potter, la mitad de su vida (tiene 21 años), un hecho que según el actor genera muchos vínculos y sentimientos, por lo que rodar la escena final de toda la saga significó para él un momento de incertidumbre.
“Cuando has pasado diez años en cierto lugar con un grupo de personas y de repente eso desaparece… es como ‘¿qué voy a hacer ahora?’ Fue extraño, porque sabía que iba a hacer un musical el próximo año pero eso ya estaba todo hecho, y sabía que pasaría. Pero en ese momento lo que realmente estaba pensando era ¿Qué voy a hacer sin ellos?, porque de ellos fue que aprendí mucho”, manifiesta el actor.