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Voto a conciencia en las Elecciones Municipales 2010

Publicado el 01/10/10

El panorama que se le presenta a los ciudadanos en los comicios electorales es hasta cierto punto complejo. En un marco electoral en el cual están obligados a votar*, elegir entre nueve candidatos que postulan resulta una tarea ardua, más aún si se trata de emitir un voto a conciencia.

Se puede argüir, ciertamente, que las empresas encuestadoras simplifican las cosas al reducir a dos los candidatos con posibilidades de ganar; Lourdes Flores Nano y Susana Villarán, para el caso de las elecciones del próximo domingo. Votar por otro que no sea Loudes o Susana es desperdiciar el voto. Sería emitir lo que técnicamente se conoce como ‘voto perdido’. En verdad, esta operación de descarte libra al elector de candidatos poco o nada serios. ¿Merecen dedicarle siquiera un mínimo de tiempo a un señor de nombre Álex  Gonzales, de Siempre Unidos, que propone usar aeronaves para combatir la delincuencia u otro llamado Fernán Altuve, de Cambio Radical, que se pone el sobrenombre de un personaje de una tira cómica, a in de hacerse conocido?

Tenemos, pues, que la lista de nueve postulantes se reduce a dos. Sólo falta determinar cuál de los dos que permanecen es el más idóneo. Para orientarse no hay nada mejor que acudir a los diversos medios de comunicación. Pero la información que brindan no sólo es considerable sino contradictoria, y prevalece las notas negativas sobre las positivas. A pocos días de los comicios los dos candidatos parecen haber sido sometidos a un proceso de filtración, en el cual las virtudes han quedado reducidas a su mínima expresión y los defectos, en cambio, han aumentado al punto de haber colmado toda su personalidad. A los electores no les resulta difícil reducir a sus dos únicas opciones a meros arquetipos. Así, Lourdes Flores Nano es una deshonesta, mientras que Susana Villarán es una mentirosa.

Para poder superar esta instancia, los electores tendrán que apelar a otro tipo de voto. Si antes sortearon sin mayores dificultades el llamado ‘voto perdido’, ahora tendrán que optar por el denominado ‘mal menor’. Se trata de votar por el candidato que consideran menos malo. Entre una deshonesta y una mentirosa no parece fácil cuál debe ser la elegida; quizás tengan que recurrir a los valores que le inculcaron en su casa y en el colegio.

Una vez elegido el mal menor, sólo queda esperar el día de las elecciones, a fin de materializarla en la cédula e introducir ésta en el ánfora dispuesta por la Oficina Nacional de los Procesos Electorales, con la satisfacción, claro está, de haber realizado un voto a conciencia.

POR: RICARDO VARGAS

*El Jurado Nacional de Elecciones contempla el caso de aquellos electores que están aptos para votar pero no desean hacerlo, demandando que realicen un pago por su condición de omisos al voto. Es una tarifa proporcional al estatus social. Así tenemos que en los distritos no pobres, deberán cancelar S/. 72.00 nuevos soles; en los distritos pobres no extremos, S/. 36.00; y en los distritos pobres extremos, la suma es de S/. 18.00.



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