Viernes, 25 de Julio del 2025
Un juego amistoso entre las selecciones de China y Brasil terminó en una batalla campal, donde los jugadores asiáticos demostraron sus dotes en artes marciales.
Todo empezó con una dura entrada de un jugador sudamericano contra uno de los chinos, que debió ser internado.
El técnico del equipo local reclamó con furia la acción y desde allí, a unos escasos 15 minutos del inicio, el partido ya no fue el mismo.
Los asiáticos se olvidaron del encuentro amistoso, y se centraron en vengar la fuerte infracción que sufrió su compañero.
Con el correr de los minutos eran tan evidentes los golpes intencionales de los chinos, que los brasileños decidieron abandonar el campo de juego.
Pero uno de los brasileños cometió el grave error de insultar a la banca rival mientras se retiraban. Se desató así una batalla campal, donde se vieron golpes de puño, patadas y hasta intentos de estrangulamientos.
