Se actualiza, Ejercito americano apuesta por la energía renovable

Las tropas de los EEUU pretenden reducir su dependencia de la gasolina, blanco frecuente de los talibanes en Afganistán. Buques eléctricos o bombarderos con biodiesel son el último en la tecnología militar.

La insurgencia afgana halló un punto débil de las tropas internacionales y lo explota al máximo, en el sentido literal. En las últimas semanas, los extremistas intensificaron sus ataques en Khyber, paso clave entre Pakistán y Afganistán, y volaron decenas de convoys que suministran gasolina a las tropas. La ofensiva generó a los EEUU y a sus aliados más problemas operativos que cualquier inmolación suicida.

La dependencia de los combustibles fósiles quedó expuesta. Por esa razón, las autoridades militares aceleran un plan de largo plazo para desarrollar, testear e implementar energías renovables en el campo de batalla. La semana pasada, una división de la Marina llegó a la sangrienta provincia de Helmand provista de paneles solares, lámparas de bajo consumo, pantallas de luz y sombra y cargadores eléctricos.

Los 150 infantes de la División I del Tercer Batallón serán los primeros en reemplazar los equipos de gasolina y queroseno en sus campamentos por tecnología de ese tipo. Mientras el Congreso aún no alcanza quórum para aprobar una reforma energética integral, los militares se ponen a la vanguardia y piensan en alternativas a los combustibles tradicionales en zonas remotas del planeta.

“Hay una cantidad de razones profundas para hacerlo, pero para nosotros la central es el sentido práctico”, resumió a The New York Times Ray Mabus, secretario de la Marina. Espera que tanto las bases como los vehículos terrestres y acuáticos de su fuerza se abastezcan con 50% de energía renovable para 2020.

Más allá del ahorro y del cálculo de costos favorable, la transformación daría ventajas tácticas y estratégicas. Por un lado, se destinarían menos infraestructura y menos soldados a proteger los tanques de gasolina, una tarea arriesgada que con frecuencia resulta en bajas para las tropas. Además, se ampliarían los márgenes de maniobra de los tanques o los buques de guerra si no dependieran de los centros de abastecimiento.