El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se reunió hoy en Quito con el Premio Nobel de la Paz en 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, en un gesto que ha sido interpretado por los analistas como un apoyo a su gobierno tras la sublevación policial del pasado 30 de septiembre.
Esquivel, quien llegó al palacio presidencial de Carondelet, sede del Ejecutivo, a las 10.20 hora local (15.20 GMT), recibió los honores y no ofreció declaraciones a la prensa antes de reunirse con el jefe de Estado.
A su llegada ayer a Quito, Pérez Esquivel señaló que la revuelta del pasado 30 de septiembre en Ecuador, que el Gobierno interpretó como un intento de golpe de Estado, fue “un golpe” a la democracia en América Latina.
Asimismo, opinó que los sucesos en Ecuador también son una advertencia para los Gobiernos que tienen “pensamiento propio”.
Episodios como el de Ecuador no son nuevos, pues “vemos lo que pasó en Venezuela, también en Bolivia y ahora en Ecuador (…) En Gobiernos que tienen pensamiento propio, pasa esto”, apuntó el premio Nobel a su llegada a Ecuador.