Una tumba de dimensiones inusuales, que albergaría a un personaje de jerarquía, fue descubierta en el sector sur de Pueblo Alto, en la fortaleza de Kuélap, Amazonas, informó Alfredo Narváez, director del proyecto de restauración y conservación del lugar.
Esta tumba se encuentra dentro de una estructura circular cubierta por un denso relleno, dentro del cual se halló cuentas de lápiz lazuli, de caracoles de tierra, objetos de coral, concha Spondylus en fragmentos y collares, lentejuelas de metal, cerámica, bloques de formaciones cavernosas, cuentas de turquesa, entre otros.
Los objetos se asocian con entierros de llama, cuyes y humanos. “Se trata de objetos y contextos propios de un personaje vinculado con los grupos de poder”, señaló el arqueólogo.
La tumba, indicó, tiene 2.20 metros de largo, con un eje norte – sur y se ubica en el centro de la estructura circular. La superficie está cubierta por un grupo de 3 grandes lajas de piedra, cuyas juntas han sido selladas con piedra pequeña y barro.
Sobre una de las lajas hay una ofrenda consistente en un conjunto bien conservado de fragmentos de concha de Spondylus, un producto procedente de la costa del Pacífico, entre Panamá y Ecuador: “De allí su extrema importancia religiosa que lo hacía disponible solamente para lo más elevado de las sociedades prehispánicas”, dijo.
Se espera en los próximos días definir el contenido del interior de este hallazgo, que tiene hasta el momento indicios suficientes para considerarla como expresión de un personaje de gran importancia para la historia de la zona, comentó.
Sobre el relleno que cubre la tumba se encontró -al inicio de la excavación- una tumba múltiple de forma circular, dentro de la cual, hasta el momento, se registraron entierros humanos que fueron re-enterrados luego de ser extraídos de sus tumbas originales.
Este patrón de “re-entierros” se ha convertido en una forma bastante común en numerosos sectores del sitio, incluyendo el interior de las grandes murallas que caracterizan el monumento construido por los antiguos Chachapoyas.
Las excavaciones empezaron en julio pasado. Tras develar el interior de esta tumba se podrá precisar su antigüedad.
Los trabajos se realizan gracias al aporte del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo a través del Plan Copesco Nacional, en convenio con el gobierno regional de Amazonas.
Participan también el Fondo Mundial de Monumentos y el Fondo del Embajador de la Embajada de Estados Unidos en el Perú en los campos de la conservación arquitectónica y de bienes muebles.