La candidata a la presidencia de Brasil por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, ha asegurado que enfrentará la segunda vuelta de las presidenciales “con mucha garra y mucha energía”.
A pesar de obtener una clara victoria en la primera vuelta celebrada este domingo, Rousseff tendrá que enfrentarse en un cara a cara el próximo 31 de octubre al aspirante por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), José Serra.
“Voy a encarar esa segunda vuelta con mucha garra y con mucha energía”, señaló Rousseff en una comparecencia de prensa en la sede de su partido, poco después de que el Tribunal Superior Electoral (TSE) anunciase la necesaria celebración de una segunda vuelta, ya que la candidata oficialista no logró obtener el 50 por ciento requerido para alcanzar la presidencia en primera ronda.
Rousseff ha obtenido el 46,56% de los votos, Serra un 32,74% y Marina Silva, la representante del Partido Verde, un excelente 19,51%. Rousseff estuvo rondando la posibilidad de ganar en primera vuelta hasta los últimos días de campaña, en que tuvo que hacer frente a un escándalo de corrupción que afectó a una de sus colaboradoras. La candidata del Partido de los Trabajadores (PT) fue respaldada continuamente por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, que ayer recordó que él mismo tampoco había logrado nunca ganar a la primera. “Siempre he estado preparada para ir a una segunda ronda”, aseguró, por su parte, Rousseff a pie de urna. Sus asesores admitieron ya a media tarde que la segunda ronda era inevitable.
Rousseff apostó por el diálogo como forma de asegurarse el apoyo de los electores el próximo día 31 y destacó la buena actuación del PT en los últimos procesos electorales.