Sábado, 18 de Mayo del 2024 
El patrimonio de 36 de los 81 legisladores que integrarán la Cámara supera el millón de reales (US$600 mil). El 30% son hacendados y otros, propietarios o accionistas de empresas.
En el país de los contrastes, los encargados de impulsar leyes para reducir los altos índices de pobreza y desigualdad son ricos. Los cinco que más destacan por sus fortunas atesoran más de 10 millones de reales (6 millones de dólares). Todos ellos apoyan a la candidata del gobierno federal a la presidencia, Dilma Rousseff.
Más allá de la redistribución del ingreso, una de las deudas que quedará pendiente a Lula da Silva será una reforma agraria integral que favorezca a millones de campesinos sin tierras. Paradójicamente, Rousseff contará con el respaldo de la mayoría de los “senadores ruralistas”, aquellos con propiedades rurales o participación societaria en empresas del sector agropecuario.
Según las declaraciones de bienes a la Justicia Electoral de todos los legisladores que conformarán la Cámara a partir de febrero de 2011, el 30% tiene dinero invertido en el campo. De ellos, 15 votarán junto al oficialismo y 9 con el PSDB del opositor José Serra. Los ruralistas tendrán un peso mayor que en la composición actual, en la que cuentan con 20 senadores por 17 estados.
Tanto Rousseff como Serra se disputan hoy los 20 millones de votos que Marina Silva, del ecologista Partido Verde, sacó en la primera vuelta. De vuelta la paradoja: como ocurrió históricamente, la banca ruralista que coincide con los partidos mayoritarios obstruirá los proyectos de los ambientalistas que representan a esos votantes en pugna.
