De los 36 equipos profesionales que compiten en las categorías A y B, la mitad padece dificultades financieras, mientras que la asociación que agrupa a los futbolistas denuncia que el 80% de estos incumple obligaciones de seguridad social.
“Es lamentable. Aunque en el primer semestre los clubes pudieron de alguna manera normalizar su situación y cancelar obligaciones pendientes con los jugadores, para el segundo semestre la situación se ha tornado crítica”, señaló Carlos González, miembro de la Asociación de futbolistas profesionales.
La precaria situación llevó a que los jugadores de Santa Fe de Bogotá, líder solitario del torneo, ofrecieran a los directivos recibir sólo la mitad de su salario hasta que se normalice la crisis financiera del equipo.
El otrora poderoso América de Cali incumple en los pagos desde hace seis meses, y los jugadores del Once Caldas, campeón de la Copa Libertadores de América 2004, amenazaron con la huelga, aunque su intención fue conjurada con un arreglo temporal.
Sin embargo, periodistas especializados como Gabriel Meluck, editor deportivo del diario El Tiempo, consideran que la situación es compleja y va más allá de la ausencia de público.
“La mayoría de los equipos se acostumbró a subsistir del dinero del narcotráfico, fueron los negocios de fachada, y ahora que las autoridades buscan sanear el deporte, están ahogados”, dijo.
A su turno, Alejandro Pino, editor de la revista especializada Fútbol Total, consideró que la actual coyuntura “es producto de malos manejos administrativos y una larga sombra de dineros de oscura procedencia que hicieron funcionar a los clubes durante mucho tiempo”.
“¿Cómo es posible que la mayoría de estos equipos se declaren en quiebra cuando en 2009 obtuvieron multimillonarios ingresos por taquilla, abonos, patrocinios, venta de jugadores, publicidad y derechos de TV?”, se preguntó.
Varios clubes son investigados en Colombia por supuestos vínculos con el narcotráfico, y algunos tienen bienes embargados en la Dirección Nacional de Estupefacientes.