Según un diputado brasileño se construirán cuatro estadios en ciudades en las que no hay equipos de Primera División. Los gastos para la cita futbolística serán de casi 1.200 millones de dólares.
Silvio Torres, que preside una comisión que vela por los gastos públicos en la organización del Mundial de fútbol de 2014, admitió que los futuros estadios de las ciudades de Brasilia, Cuiabá, Manaos y Natal se quedarán “ociosos” después del evento.
Ninguna de esas cuatro ciudades podrá rentabilizar los estadios ni con eventos deportivos, puesto que ninguna de ellas cuenta con equipos de fútbol en la primera división, ni con otros acontecimientos culturales.
El legislador esgrimió un informe del Tribunal de Cuentas que señala que esos estadios exigirán inversiones públicas por 2 mil millones de reales (unos 1.160 millones de dólares) y consideró que “aún se está a tiempo” para reducir el número de sedes, que serán doce según indicó la FIFA.
El caso más exagerado para este diputado es el de Brasilia, puesto que el futuro estadio Nacional, que se construirá desde cero sobre los escombros del Mané Garrincha, va a costar 720 millones de reales (cerca de 418 millones de dólares) y tendrá un capacidad para 70.000 espectadores, lo que no será aprovechado por ningún equipo.
Además de estas ciudades, van a ser sedes del Mundial Río de Janeiro, San Pablo, Puerto Alegre, Curitiba, Bello Horizonte y Salvador.
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